Quiero compartir con ustedes un artículo que he publicado en el Diario El Peruano.
Gracias,
El Autor
Artículo y párrafo no publicado:
BÚSQUEDA DE UNA VERTIENTE ESENCIAL DE NUESTRA IDENTIDAD NACIONAL
A propósito de una crónica desconocida
Don Justo Sahuaraura Ynca VII, nieto del emperador Huayna Ccapac, en su obra titulada Recuerdo de la Monarquía Peruana o Bosquejo de la Historia de los Incas -1850, París-Librería de Rosa, Bouret y Cía, hace referencia a los enlaces matrimoniales que se forjaron entre la clase real inca y la española, durante el período de la Conquista y Virreinato.
En un claro propósito por demostrar la nobleza de su ascendencia, brinda además datos históricos que podrán ser esclarecidos por críticos más acuciosos que el autor de este artículo.“Después de la destrucción y ruina del reino del sabio legislador y fundador el grande Manco Ccapac y demás soberanos, sus sucesores e hijos, causada por los ingratos españoles, quedaron de la estirpe y sangre real las personas siguientes, según sus ayos y parcialidades, de cada soberano...”, dice el autor mencionando que al historiador Inca Garcilaso olvidó poner en el último capítulo de los Comentarios Reales de los Incas.La obra de 47 páginas hace un recorrido desde Manco Ccapac hasta la casa de los Sahuaraura.
En ella, además, menciona datos curiosos como el enlace entre Huira Ccocha Inca y su mujer Mama Runto, “a quien la llamaron así porque fue tan blanca como el huevo”. Asimismo, al igual que Rubén Vargas Ugarte, en su Historia General del Perú, menciona el enlace entre doña Beatriz Nusta y Martín Loyola, sobrino de San Ignacio Loyola, fundador de la orden jesuita, y cuya hija se convertiría en la primera Marquesa de Oropesa y cuyo esposo fuera Juan Enríquez de Borja y Almansa.
Dicho enlace ha quedado perennizado en un lienzo de fines del siglo XVII en una iglesia jesuita de la Compañía de Jesús, en el Cusco.Nosotros, los hombres y mujeres del siglo XXI que tenemos la oportunidad de recibir una educación apoyada en los recursos de la multimedia, ¿acaso hemos escuchado alguna vez de voz de nuestros maestros referencias históricas como las mencionadas ut supra?Hablamos de identidad nacional, y acaso se obvia adrede o por una falta de preparación intelectual de quienes ejercen la docencia escolar, detalles como estos en los libros de historia de colegios y universidades.
En el año 1615 fue nombrado virrey del Perú don Franciso Borja y Aragón, Conde de Mayalde, Comendador de Azuaga y Príncipe de Esquilache; de quien sabemos que estaba enlazado con las casas más ilustres de España y Nápoles. Sería él quien creara el Colegio del Príncipe, orientado a la educación de los hijos de los indios nobles, así como creó colegios para la instrucción de los hijos de los caciques en Lima y Cusco, respectivamente.
¿Qué acaso no nos contaron siempre en la escuela la historia del indio sufrido y marginado? ¿Existirá algún lugar donde se encuentre la lista con los nombres de quienes estudiaron en dichos colegios? Además, ¿dónde están o dónde quedaron los descendientes de las princesas incas y nobles españoles? .
En un claro propósito por demostrar la nobleza de su ascendencia, brinda además datos históricos que podrán ser esclarecidos por críticos más acuciosos que el autor de este artículo.“Después de la destrucción y ruina del reino del sabio legislador y fundador el grande Manco Ccapac y demás soberanos, sus sucesores e hijos, causada por los ingratos españoles, quedaron de la estirpe y sangre real las personas siguientes, según sus ayos y parcialidades, de cada soberano...”, dice el autor mencionando que al historiador Inca Garcilaso olvidó poner en el último capítulo de los Comentarios Reales de los Incas.La obra de 47 páginas hace un recorrido desde Manco Ccapac hasta la casa de los Sahuaraura.
En ella, además, menciona datos curiosos como el enlace entre Huira Ccocha Inca y su mujer Mama Runto, “a quien la llamaron así porque fue tan blanca como el huevo”. Asimismo, al igual que Rubén Vargas Ugarte, en su Historia General del Perú, menciona el enlace entre doña Beatriz Nusta y Martín Loyola, sobrino de San Ignacio Loyola, fundador de la orden jesuita, y cuya hija se convertiría en la primera Marquesa de Oropesa y cuyo esposo fuera Juan Enríquez de Borja y Almansa.
Dicho enlace ha quedado perennizado en un lienzo de fines del siglo XVII en una iglesia jesuita de la Compañía de Jesús, en el Cusco.Nosotros, los hombres y mujeres del siglo XXI que tenemos la oportunidad de recibir una educación apoyada en los recursos de la multimedia, ¿acaso hemos escuchado alguna vez de voz de nuestros maestros referencias históricas como las mencionadas ut supra?Hablamos de identidad nacional, y acaso se obvia adrede o por una falta de preparación intelectual de quienes ejercen la docencia escolar, detalles como estos en los libros de historia de colegios y universidades.
En el año 1615 fue nombrado virrey del Perú don Franciso Borja y Aragón, Conde de Mayalde, Comendador de Azuaga y Príncipe de Esquilache; de quien sabemos que estaba enlazado con las casas más ilustres de España y Nápoles. Sería él quien creara el Colegio del Príncipe, orientado a la educación de los hijos de los indios nobles, así como creó colegios para la instrucción de los hijos de los caciques en Lima y Cusco, respectivamente.
¿Qué acaso no nos contaron siempre en la escuela la historia del indio sufrido y marginado? ¿Existirá algún lugar donde se encuentre la lista con los nombres de quienes estudiaron en dichos colegios? Además, ¿dónde están o dónde quedaron los descendientes de las princesas incas y nobles españoles? .
"En un viaje que realicé a Trujillo hace cuatro años, camino de la plaza central hacia el estadio, en una esquina, se encuentra ubicada una pequeña iglesia, la misma que en el frontis tiene una placa de bronce, fechada en 1985, que dice algo así como: “A Don Diego de Almagro en honor a la raza judía sefardita del Perú”. Entonces, ¿qué tan lejos o aproximados estamos de descubrir nuestros verdaderos orígenes?." (Párrafo no publicado)
A. V. P.
