¿Y dónde está la imaginación?

Cuántas veces nos hemos dado golpes contra la pared, hemos rebotado contra el techo de nuestras habitaciones, a veces preocupados, casi al borde de la locura, por el simple hecho de que no se nos ocurre qué cosa escribir.

Más allá de la desilusión de un amor, más allá de la pérdida de un objeto preciado, nada me aterra más que perder la capacidad imaginativa, creadora. Y cuando no se hace presente, hay que recurrir a otras formas de incentivo creador, algo que nos motive, que nos impulse a escribir, a pintar, a crear, inventar algo, ya sea el boceto de un retrato, la primera nota de una canción, el primer verso de un poema, o lo que fuere.

No han sido muchas ni pocas las oportunidades en que me he visto sinceramente sin una idea. Me he sentado horas frente al papel, me la he pasado fumando cigarrillos y más cigarrillos, recorriendo aceras más de diez veces, tratando de hilar alguna idea, captar la señal, una tenue frecuencia, entre mi cabeza y cualquier fuerza o energía que me impulse a crear. Y cuando esta no llega, el terror me encierra.

Los primeros cuentos que conformaron mi primer libro, "Haciendo Cuentos", y aquellos no publicados, que aún se mantienen en borrador, los escribí de un zarpaso. Si pasaba una mosca frente a mis narices, automaticamente fluía alguna fuerza rara, y de pronto zummm!!! me daba una idea. A veces, el débil sonido de una risa, el eco de un ladrido, incluso algún olor, me impulsaba a escribir, me llevaba involuntariamente hasta el papel, y de pronto ya sobre el papel, lapicero en mano, escribía cuentos tras cuentos, y cuando los terminaba habían transcurrido más de una hora. Yo sólo había sentido pasar unos minutos. Era como extraerse del tiempo y el espacio.

De pronto empecé a explorar nuevas formas de, digamos "manejar", esta especie de intuicion, inspiración o como quiera llamársele. Si la idea venía de pronto, la apuntaba en un papel, o simplemente le daba vueltas en mi cabeza, y así surgían después cuentos más largos, lo cual me permitía poner mayor atención en algunos detalles, que de haberlo escrito en un impulso brutal los habría dejado pasar por alto.

Luego venían las ideas, y escribía en hojas bond, pues me desagrada escribir en computadoras cuando trabajo en algun cuento, y cada vez que concluía una hoja bond, la reescribía y seguía en otras. Era un proceso de escritura y corrección.

Desde luego, a todas estas formas de escribir, siempre le añadía el ingrediente del tiempo y maceración, pues todos los cuentos han sido descubiertos luego de dormir en mis cajones y archivos por un año.

El proceso creativo es super interesante. Me divierte explorar las técnicas musicales, los estilos, y siempre pienso en la forma de transmitir música y ritmo cuando se escribe. ¿Alguna vez han escuchado "dodecafonía"?. Escuchen a Jean Barraqué. Él tiene unas composiciones, unas sonatas, que aunque suenen raras, a mi me llevan a la locura. Creo que hay un mensaje está ahí.

La exploración debe regirse por la intutición a veces, pues eso siempre me ha ayudado. Los viajes, por ejemplo, que he venido realizando el año anterior y este año, me han llevado a lugares como Huanta en Ayacucho, o Majes en Arequipa. Sin duda alguna el periodismo, es una gran herramienta que nos permite recoger información de todo tipo, sensorial o física, cuando se está en contacto con otras personas de diferentes lugares. Además, nuestro país tiene tanto para dar, que es difícil dejar pasar cualquier detalle de su geografía, los olores de sus caminos, las modas y usos de nuestros hermanos.

Ahora, no sé que se ha metido en mi cabeza, pero me he atrevido a diz que escribir poemas. No soy poeta, creo que jamás lo seré. Hay que ser muy inteligente creo para escribir poemas... en fin, pero tengo imágenes en la cabeza que se reproducen como slides entre mis ojos. Cada imagen esta siendo hoy transformada en un verso, que pueda transmitir esas alucinaciones. Luego de juntar esos poemas, que según mis amigos están "bien quemados" -supongo que les gustan- creo que será necesario sumarle algunas fotografías, pero que sean en blanco y negro. Me encantan las fotos antiguas.

Explorar y explorar, viajar, escuchar, palparlo todo. Prestar atención a todo lo que se sucede a mi alrededor.

Después de esto que les he contado, con tanta excitación, ¿pueden imaginarse ustedes como se siente uno cuando no se le ocurre nada?. Entonces cuando no se me ocurre nada... cómo hacer que ocurra... ahí entonces pienso en algo, y luego lo voy estirando como chicle. Y me ha dado resulados. Si no es su caso, les recomiendo uan sesión de música. Mis discos selectos van desde Peter Gabriel hasta los ruidos más extraños. Por cierto, el concierto de Peter Gabriel,estuvo fenomenal. Aunque los últimos días he vuelto a Superhéroes de Charly García. Ya saben "buscando direcciones en libros para cocinar".

El teatro también es una forma de recoger ideas. Aunque también las ideas suelen aflorar entre una botella de vino y una buena compañía. Aligera las presiones y tensiones musculares, en mi caso.

A veces incluso, he llegado al extremo de escuchar gente especialista en decir nada y transmitir nada y hablar nada.... a veces me relaja escuchar a las personas decir "cada cosa" que realmente termino relajado. Creo que mi cerebro se recarga de palabras. Como si se enredaran en mí.

Suelo revisar, en las noches, historias sobre religiones y sectas ocultas, desde el Evangelio Acuario de Jesús El Cristo, hasta historia de esenios, la Babilonia, Egipto. Siempre he tenido el sueño de caminar directo a un sacrificio o quizás huyendo del mismo. Algo debe significar.

En fin, a veces creo que necesito ponerme triste o llegar al éxtasis de la felicidad, para escribir. Creo que al final de todo, se trata de explorar. Prestar atención a los fantasmas.