viernes, 28 de febrero de 2014

VIAJE ESTELAR

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Con ayuda de un potente telescopio instalado en un domo, los físicos del Planetario Nacional Peruano-Japonés lo invitan a explorar la inmensidad del espacio. Nunca habíamos sido tan pequeños ni tan trascendentes.

ESCRIBE: ARTURO VALVERDE  
FOTOS: HÉCTOR VINCES
Link:  http://condenadoaescribir.wordpress.com/2014/02/28/viaje-estelar/

¡Vi algo, creo que es la Luna! -grita entusiasmada Estrella, la pequeña de cuatro años a quien su padre ha llevado a visitar el Planetario Nacional Peruano-Japonés “Dr. Mutsu- mi Ishitsuka”, en Ate. Desde hoy, esta niña que gusta de contemplar el cielo nocturno de Lima por la ventana de su casa no volverá a ser la misma.

“El objetivo de ‘Tardes de telescopio’ es hacer que la gente tenga la experiencia de observar diferentes cuerpos celestes que desde Lima, al menos, son más visibles en verano”, informa el físico Mario Zegarra Valles, del Instituto Geofísico del Perú (IGP).

Con la ayuda de un telescopio, él es el encargado de ‘transportar’ hacia otras dimensiones a los visitantes del planetario.

Los encuentros se realizan tres días por mes, hasta marzo, y son elegidos por las condiciones del cielo limeño, ese trozo de inmensidad que para algunos tiene el color gris de sus calles y para otros -como Mario Zegarra- es tonalidad marrón.

El viaje comienza a las 18:00 horas. Zegarra conversa con cada uno. Todos esperan que a las 20:00 horas el cielo se abra para mostrar sus tesoros. Con suerte, hoy unas veinte personas trendrán ‘a tiro de piedra’ a Mercurio, Venus,  Marte, Júpiter, y Saturno.

Apaguen el GPS
La fila avanza y entramos en el domo del planetario, una especie de cine con la pantalla sobre nuestras cabezas. La profunda oscuridad que nos rodea se diluye con la aparición de un cielo donde el Sol está a punto de ocultarse. De pronto, una Luna llena entra a escena y tenemos la sensación de estar atrapados en una botella.

“No hay dos atardeceres iguales -comenta Abita Quispe, física del IGP-. Ahora vamos a ver las estrellas”. Cientos de puntos iridiscentes empiezan a alumbrar la sala del domo y todos somos trasportados al espacio exterior.

El grito de sorpresa de los niños -los más entusiastas- provoca sonrisas en el auditorio. “Los chiquitos son los más curiosos, se atreven a expresar abiertamente sus emociones. Les llaman la atención los planetas”, agrega Zegarra. La pequeña Estrella continúa entre el público, al lado de su padre, viendo como ‘Las tres Marías’ forman el Cinturón de Orión.

Abita Quispe mantiene el interés de los asistentes con sus explicaciones sobre las constelaciones: Escorpio, Géminis y la Cruz del Sur. Entonces, ofrece un consejo de oro: “Si alguna vez se quedan sin GPS y han perdido la orientación, solo deben encontrar la Cruz del Sur y ella los guiará”.

“Hace poco, tuvimos un curso para los profesores, para que transmitan estos conocimientos a sus alumnos. La astronomía es la ciencia más antigua y estará con nosotros hasta el fin de los tiempos”, acota Zegarra.

¡Ahí está la Luna!
La pequeña Estrella está al final de la larga fila de espera. Antes de mirar por el telescopio, la gente recibe indicaciones de los guías del IGP, que entregan mapas del cielo con referencias para las 19:30 horas. Los participantes observan las cartas e identifican cuerpos celestes como la Luna, Capella, Júpiter, Sirio y Betelgeuse, entre otros.

“A mi hija le fascina mirar las estrellas, por las noches. Así que decidí a traerla al planetario para estimular su curiosidad”, cuenta el padre de Estrella. Su corta edad, sin duda, no será impedimento para que sea testigo, por primera vez, de las maravillas del universo.

El tiempo corre y, a lo lejos, surge la primera estrella de la noche -una que acompaña a la Luna, abriéndose paso entre las nubes. Mario Zegarra gira el telescopio y apunta los poderosos lentes en su dirección.

Dos niños son los primeros en mirar por el telescopio: “¡Apunta bien el ojo!”, le dice uno al otro. “Ahí está la Luna. ¡Veoun puntito en blanco!”. “¡Se movió, se movió!”. El cielo cambia a cada minuto y si uno quiere observar los planetas debe ser paciente. Virtud difícil de exigir a un grupo de niños tan animados.

El cielo se abre nuevamente y una niña flota sobre la Tierra, sostenida por los brazos de su padre. El papá de Estrella levanta a la niña hasta el telescopio. Ella patalea en el aire, mientras coge con sus manitas el telescopio. “¡Es la Luna!”, exclama con emoción. Todos miran hacia el firmamento, como esperando el momento de ignición para despegar, rumbo a otros mundos.

Encuentros cercanos
El equipo del planetario nacional tiene programadas tres últimas funciones de “Tardes de telescopio” para este verano. Las fechas son el 6, 7 y 8 de marzo, a partir de las 18:00 horas. La institución se ubica en la calle Badajoz 169, cuarta etapa de Mayorazgo, Ate. Los interesados pueden escribir al correo planetario@igp.gob.pe o llamar al teléfono 317-2323.

Crónica publicada en el suplemento VARIEDADES del diario EL PERUANO (Año 104//3ª etapa// Nº 358// Lima, 28 de febrero de 2014). 

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