Conversemos: En su obra Viaje a través del tiempo – La aventura del alma,
Tomo II, el Conde de Keyserling, narra la manera en que un personaje
creado por León Tolstoi lo acercó de alguna forma a su padre. Dice: “Mi
padre se parecía en grado asombroso a la imagen de Pierre Besujov,
hasta el punto de que cuando un historiador estoniano, que conocía esta
impresión mía, me mostró una recopilación de los pasajes más importantes
de Guerra y Paz que dibujaban la personalidad de Besujov, solo encontré
dos o tres frases que no se adaptaran a mi padre (…) De ahí que el
volver a ver a mi padre en la imagen de Besujov, me produjera una honda
emoción…”
Caso contrario al filósofo viajero, he
creído hallar algunos rasgos de mi padre en la figura de Joseph Francis
Xavier Armagh, el personaje principal del libro Capitanes y Reyes
de la escritora Taylor Caldwell. No por la fortuna, pues no ostentamos
grandes riquezas ni concentramos poderes; empero la infancia de Joseph
me permitió ver a mi padre en su niñez, enfrentándose y sobreponiéndose a
las más grandes adversidades de la vida.
Qué duda cabe, aquellos que aman la
literatura al igual que yo, nos hemos aproximado de una manera más
profunda e íntima en la vida de nuestros padres mediante otros
personajes, que no son mera ficción; bien decía Louis Pauwels y Jacques
Bergier, que para hacer ficción debemos arrancar partes de la realidad.
Filosofar es conversar con nosotros
mismos, y la lectura es uno de las mejores herramientas para esos
momentos de introspección personal, en que nos detenemos a pensar en
nuestros aciertos y errores. ¡Pero qué difícil resulta conocerse a sí
mismo! Porque si bien todos tenemos la capacidad de pensar, no todos
pueden filosofar; esta última requiere desarrollar el pensamiento
crítico.
Cuántos de nosotros nos hemos preguntado:
¿De dónde venimos y hacia dónde vamos? Hemos caído, alguna vez, en el
existencialismo puro. ¡Qué importante es conocer nuestros orígenes!
¿Cómo saber hacia dónde vamos sin conocer de dónde venimos?
La representación de la imagen paterna y
materna, así como los factores sociales, son de gran influencia en el
pensador. A propósito, Giovanni Papini, tiene una visión crítica sobre
aquellos en: El ocaso de los filósofos.
Los diversos personajes que desfilan en
la literatura universal, nos permiten acercarnos a los personajes de la
vida real, importantes para nosotros: padres, madres, hermanos, abuelos,
etc. Una de las mejores formas, considero, es la lectura de biografías.
A través de la literatura, he visto a mis amigos de madrugadas en Los geniecillos dominicales de Julio Ramón Ribeyro; a mi abuela en Los funerales de mamá grande de García Márquez. ¿Qué personaje de la inmensa producción literaria, seremos para nuestros hijos?
Twitter: @ArturoValverdeP