lunes, 13 de octubre de 2014

LA FILOSOFÍA DEL PADRE

Conversemos: En su obra Viaje a través del tiempo – La aventura del alma, Tomo II, el Conde de Keyserling, narra la manera en que un personaje creado por León Tolstoi lo acercó de alguna forma a su padre. Dice: “Mi padre se parecía en grado asombroso a la imagen de Pierre Besujov, hasta el punto de que cuando un historiador estoniano, que conocía esta impresión mía, me mostró una recopilación de los pasajes más importantes de Guerra y Paz que dibujaban la personalidad de Besujov, solo encontré dos o tres frases que no se adaptaran a mi padre (…) De ahí que el volver a ver a mi padre en la imagen de Besujov, me produjera una honda emoción…”

Caso contrario al filósofo viajero, he creído hallar algunos rasgos de mi padre en la figura de Joseph Francis Xavier Armagh, el personaje principal del libro Capitanes y Reyes de la escritora Taylor Caldwell. No por la fortuna, pues no ostentamos grandes riquezas ni concentramos poderes; empero la infancia de Joseph me permitió ver a mi padre en su niñez, enfrentándose y sobreponiéndose a las más grandes adversidades de la vida.

Qué duda cabe, aquellos que aman la literatura al igual que yo, nos hemos aproximado de una manera más profunda e íntima en la vida de nuestros padres mediante otros personajes, que no son mera ficción; bien decía Louis Pauwels y Jacques Bergier, que para hacer ficción debemos arrancar partes de la realidad.

Filosofar es conversar con nosotros mismos, y la lectura es uno de las mejores herramientas para esos momentos de introspección personal, en que nos detenemos a pensar en nuestros aciertos y errores. ¡Pero qué difícil resulta conocerse a sí mismo! Porque si bien todos tenemos la capacidad de pensar, no todos pueden filosofar; esta última requiere desarrollar el pensamiento crítico.

Cuántos de nosotros nos hemos preguntado: ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos? Hemos caído, alguna vez, en el existencialismo puro. ¡Qué importante es conocer nuestros orígenes! ¿Cómo saber hacia dónde vamos sin conocer de dónde venimos?

La representación de la imagen paterna y materna, así como los factores sociales, son de gran influencia en el pensador. A propósito, Giovanni Papini, tiene una visión crítica sobre aquellos en: El ocaso de los filósofos.

Los diversos personajes que desfilan en la literatura universal, nos permiten acercarnos a los personajes de la vida real, importantes para nosotros: padres, madres, hermanos, abuelos, etc. Una de las mejores formas, considero, es la lectura de biografías.

A través de la literatura, he visto a mis amigos de madrugadas en Los geniecillos dominicales de Julio Ramón Ribeyro; a mi abuela en Los funerales de mamá grande de García Márquez. ¿Qué personaje de la inmensa producción literaria, seremos para nuestros hijos?

Twitter: @ArturoValverdeP

arturovalverde_elperuano

HILOS DE LA HISTORIA (diario El Peruano)

La historia de nuestro país se escribe por partes, y aquellos interesados en conocerla debemos sumergirnos en una búsqueda continua por encontrar esos retazos, para luego hilvanar cerca de 200 años de historia republicana, y más de mil años de cultura.
Como lector, reproduzco algunos fragmentos que más han llamado mi atención: La historia del Tahuantinsuyu, de María Rostworowski, quien desenmascara el mito alrededor del Inca Garcilaso de la Vega y juzga la veracidad de los Comentarios Reales: “¿Sería este mito la versión oficial sobre el origen de los hijos del Sol? Es posible que el arreglo de la leyenda narrada por el Inca escritor sea obra del propio Garcilaso, como una manera de presentar el mito a lectores europeos. Es por eso que conviene buscar otras versiones, más andinas, del relato fundacional” (El mito de los hermanos Ayar. IEP. 3ª edición, pág. 31).
Asimismo: “¿A qué se debió la actitud de Garcilaso de esconder y trastocar los acontecimientos? Según el razonamiento europeo, no había ninguna razón para relatar en forma tan diferente la historia inca. La explicación debemos buscarla en los más puros criterios indígenas que aplicó Garcilaso, juzgando los acontecimientos con toda la pasión existente entre las panaca, que en el Cusco formaban bandos políticos” (El vencedor de los chancas. IEP. 3ª, pág. 58).
Una visión diferente a la “historia del colegio” es la que ofrece el historiador Rubén Vargas Ugarte en el Tomo II de Historia General del Perú, en el que figura la lámina del “Casamiento de don Martín García de Loyola, gobernador de Chile, sobrino de San Ignacio de Loyola, con doña Beatriz Clara Coya, heredera y princesa del Perú, hija del príncipe don Diego Sayri Túpac, último rey, y de doña Beatriz Cuziguarcay, que en el año 1558 recibieron sacramento del bautismo, siendo ambos descendientes de Manco Capac…”.
Un fragmento que no he encontrado en ningún libro de historia, aún, es una placa que vi cuando tenía 20 años. Decía: “A don Diego de Almagro, en honor a la raza judía sefardita del Perú. 1985”. ¿Podría este fragmento darnos una mirada religiosa a la división de Pizarro y Almagro sobre los territorios de la conquista?
Es imposible encontrar la historia de nuestro país bajo un solo sello. Algunos la escriben con aires indigenistas, republicanos y religiosos. Sin embargo, rumbo al bicentenario de nuestra independencia, urge la necesidad de que los peruanos conozcan su historia. La tarea es personal, y dependerá de cada uno de nosotros hallar el camino.
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EL ARTE DEL ENTENDIMIENTO

“La política es uno de los componentes más importantes del país, pero el que menos preocupación por modernizarse ha tenido y el que más reclamo tiene de la opinión pública de ponerse a la altura de las circunstancias. Hay un reclamo generalizado de tener políticos del siglo XIX en un país del siglo XXI”, ha señalado el presidente de la Confiep, Alfonso García Miró, en un pensamiento que puede llevarnos a más de una reflexión.

La política es el arte del entendimiento y de la inteligencia, mediante la cual una sociedad puede encontrar una solución común frente a los problemas que los afectan en conjunto.

Sin embargo, me pregunto, ¿cómo podría llegar a ponerse de acuerdo una sociedad cuando sus integrantes degradan su inteligencia en repensar los amores de una telenovela en lugar de centrarse en problemas que afectan a su propia colectividad?

Parece que hay mucho de fútbol, de mucha sensualidad., pero, ¿existirá la voluntad de los peruanos en interesarse más por la política o por las cosas que pasan en su país?

Es preocupante escuchar en las universidades cómo hombres y mujeres que alcanzan la edad de un adulto-joven se declaran antipolíticos y otros, apolíticos (lo que partiendo del concepto aristotélico sería peor; es como decir: soy solo parte animal) al creer que “la política es mala” y no sirve para nada.

La política es muy importante en nuestra sociedad. Se practica en las aulas y hasta en el hogar. Y debería despertar el interés de todos, mucho más de los jóvenes.

La clase política de un país es el reflejo de la preparación intelectual de sus políticos, y los partidos tienen el deber de formar nuevos cuadros. Las universidades, como casas de encuentro de jóvenes idealistas, deben brindar una enseñanza panorámica.

Aunque la política no termina por aprenderse solo en las aulas, siempre existirá el deber de llevar a la práctica nuestras ideas, contrastarlas con la realidad y evolucionar nuestro pensamiento acorde con nuestro tiempo. El avance de la ciencia y la tecnología debe ser materia de constante observación.

Más allá de exigir políticos del siglo XXI, diría que existe la necesidad de tener peruanos del siglo XXI, lo cual no compete únicamente a la clase política. Los empresarios también hacen política, y cada actor social ejerce un grado de influencia. Algunos desde las calles y otros desde la administración de la producción nacional.

El camino para ser un peruano del siglo XXI está en la apuesta por la educación. Solo elevando nuestra educación e impulsando la lectura en los jóvenes, podemos alentarlos a interesarse más por lo que pasa a su alrededor.

Más allá del televisor que observemos o del diario que leamos en nuestro quehacer, podemos lograr que se comuniquen mejor entre ellos al elevar su nivel de entendimiento. Leamos más para entendernos mejor, esa es la clave de una mejor conciencia cívica.

Artículo publicado en el diario El Peruano el 20 de setiembre de 2014

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Sistema Integrado de Lectores

Un libro en la mano puede ser gran ayuda para soportar el lento transporte público

El Sistema Integrado de Transporte (SIT) podría convertirse en el Sistema Integrado de Lectores que viajan por la ciudad de Lima, con un libro en la mano; a medida que este servicio vaya perfeccionándose para el bien de todos los ciudadanos.

Más allá de las deficiencias que podrían encontrarse en la llamada “reforma del Transporte”, y que han sido capitalizadas electoralmente por los distintos candidatos a la alcaldía de Lima, no me cabe duda de que el primer paso para llevar a la práctica cualquier reforma en nuestro país, es la educación.

La conexión inalámbrica WIFI puede ser una oportunidad para que más personas lean, por ejemplo, los diarios en su edición online. De pronto podríamos seguir viendo pasajeros leyendo en el corredor Tacna–Garcilaso de la Vega–Arequipa y en el corredor Javier Prado-La Marina-Faucett (por implementar). Este último podría llegar a trasladar más de 600 mil pasajeros al día, y estoy seguro que en ese público hay lectores.

Los veo todos los días en mi ruta UNI-Jirón de la Unión. La última vez, una joven leía un libro de Alfredo Bryce Echenique, al lado de la puerta del Metropolitano. Ayer, un joven barbudo leía a Herman Hesse, entre la Estación Central y Domingo Orué.

Existen momentos en que los buses viajan repletos y otras en que no. En mi experiencia como pasajero, nada ha impedido que pueda leer mientras viajo. En realidad, nunca sabes cuándo encontrarás un asiento libre en el Metropolitano, el Tren Eléctrico o ahora en los buses del Corredor Azul.

¿La reforma del transporte logrará aliviar el tráfico en nuestra ciudad? En Paris (Francia), Beijing (China), Roma (Italia), Toronto (Canadá), México DF, y otras grandes ciudades tienen problemas de tráfico.

Espero que los problemas que aquejan a los pasajeros del Corredor Azul puedan solucionarse rápidamente, porque somos muchos los que amamos leer cuando viajamos.

Asimismo, espero que pronto podamos ver pasajeros leyendo en la Línea 2 del Metro, que unirá Ate Vitarte y el Callao, junto a las otras Líneas complementarias.

No te dejes desanimar por las colas y lleva siempre un libro para el viaje.

Artículo publicado en EL MONTONERO el 26 de setiembre de 2014

Mi cuenta en twitter: @ArturoValverdeP

HILOS DE LA HISTORIA

La historia de nuestro país se escribe por partes, y aquellos interesados en conocerla debemos sumergirnos en una búsqueda continua por encontrar esos retazos para luego hilvanar cerca de 200 años de historia republicana, y más de mil años de cultura.

Como lector, reproduzco algunos fragmentos que más han llamado mi atención, son: La historia del Tahuantinsuyu, de María Rostworowski, quien desenmascara el mito alrededor del Inca Garcilaso de la Vega y juzga la veracidad de los Comentarios Reales: “¿Sería este mito la versión oficial sobre el origen de los Hijos del Sol? Es posible que el arreglo de la leyenda narrada por el Inca escritor sea obra del propio Garcilaso, como una manera de presentar el mito a lectores europeos. Es por eso que conviene buscar otras versiones, más andinas, del relato fundacional” (El mito de los hermanos Ayar. IEP. 3era Edición. Pág. 31).

Asimismo: “¿A qué se debió la actitud de Garcilaso de esconder y trastocar los acontecimientos? Según el razonamiento europeo, no había ninguna razón para relatar en forma tan diferente la historia inca. La explicación debemos buscarla en los más puros criterios indígenas que aplicó Garcilaso, juzgando los acontecimientos con toda la pasión existente entre las panaca, que en el Cusco formaban bandos políticos” (El vencedor de los Chancas.IEP. 3era Edición. Pág. 58).

Una visión diferente a la “historia del colegio” es la que ofrece el historiador, Rubén Vargas Ugarte en el Tomo II de Historia General del Perú, quien en una lámina, figura: “Casamiento de don Martín García de Loyola, gobernador de Chile, sobrino de San Ignacio de Loyola, con doña Beatriz Clara Coya, heredera y princesa del Perú, hija del príncipe don Diego SAYRI Túpac, último rey, y de doña Beatriz Cuziguarcay que en el año 1558 recibieron sacramento del bautismo, siendo ambos descendientes de Manco Capac…”

Un fragmento que no he encontrado en ningún libro de historia, aún, es una placa que vi cuando tenía 20 años. Decía: “A Don Diego de Almagro, en honor a la raza judía sefardita del Perú.1985”. ¿Podría este fragmento darnos una mirada religiosa a la división de Pizarro y Almagro sobre los territorios de la conquista?

Es imposible encontrar la historia de nuestro país bajo un solo sello. Algunos la escriben con aires indigenistas, republicanos y religiosos. Sin embargo, rumbo al bicentenario de nuestra independencia, urge la necesidad de que los peruanos conozcan su historia. La tarea es personal, y dependerá de cada uno de nosotros hallar el camino.

ArturoValverde_escritorDELPAIS