Una labor trascendental es promover la creatividad en el hogar y en la escuela
Un país tan diverso como el nuestro pone a prueba nuestra capacidad
para formular soluciones que nos permitan acortar brechas geográficas y
sociales; es entonces cuando la imaginación y creatividad de los
peruanos, desde los tiempos pre incas, se convierten en herramientas
valiosas para el desarrollo.
En ese contexto, una labor trascendental es y será promover la
imaginación y creatividad en los estudiantes, que va de la mano con
implementar métodos innovadores de enseñanza que permitan a los
escolares potenciar su ingenio y genio, y tener una mayor capacidad para
resolver problemas. Decía un hombre que “en cada niño hay un genio por
descubrir”.
Hace unos años, la UNESCO daba a conocer la historia de un profesor
de nivel primaria que llevaba un disco de música clásica a sus clases y,
después de que sus alumnos escuchaban el disco, les pedía que dibujaran
lo que creían que el compositor había querido dar a entender.
De esa manera, los estudiantes daban rienda suelta a su imaginación y
retrataban en el papel sus sentimientos y emociones, pintándolos de
colores.
Experiencia distinta y a la vez loable, es la que desarrollaba el
profesor Nicolás Astete Carbajal, en el colegio La Salle de Lima, con el
cuaderno “Composiciones”.
Cuando este columnista cursaba el segundo año de secundaria, Astete
Carbajal tenía a su cargo los cursos de Lenguaje y Literatura. Con él
teníamos dos cuadernos para sus asignaturas: uno para el curso que
considerábamos “el oficial”, y un segundo que llamábamos el “cuaderno de
Composiciones, pero en realidad, como decía el profesor, los
estudiantes teníamos la libertad de ponerle el nombre que más nos
gustara.
En esas páginas escribíamos nuestros poemas, chistes, canciones,
caricaturas y todo lo que la imaginación dictaba. “Composiciones” era un
ejercicio constante para la imaginación, creatividad y sobre todo de
libertad. Además, Astete Carbajal iniciaba sus clases haciendo uso del
lenguaje de señas, que era una forma de estimular el nivel de
comunicación.
Por otro lado, los padres cumplen un rol significativo en el
desarrollo de la imaginación de los niños y niñas. Por ejemplo, conozco
padres y madres que aún leen un libro de cuentos a sus hijos antes de
dormir.
La adversidad así como la determinación por lograr un objetivo en
particular ponen a prueba nuestra creatividad, y es en ese momento en
que pueden surgir las ideas más innovadoras.
El Perú es un país propicio para poner en práctica nuestra
creatividad, y experiencias como la de estos docentes deben ser
replicadas en las aulas, y en el hogar.
3 – nov – 2014
Por Arturo Valverde (@ArturoValverdeP)
Artículo publicado en EL MONTONERO
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