Una de las definiciones de justicia
social más extendidas es: “La libertad limitada por la justicia, y la
justicia limitada por la libertad”. Pero, ¿qué sucede cuando no
encontramos justicia?
Tal vez, uno de los problemas sociales
sobre el que todos parecen coincidir es la aplicación y cumplimiento de
la ley en nuestro país. A diario, somos testigos de distintos casos en
los que algunos jueces dictan medidas que distan mucho de garantizar o
proteger los derechos de la ciudadanía, sobre todo de aquellas personas
que son más vulnerables.
Más allá de si los actores de la justicia
atraviesan una crisis moral o ética, debemos preguntar si alguien ha
reparado en cuánto influye la acción de un juez que dictamina contra los
derechos de un niño en situación de riesgo o de una mujer violentada,
en la concreción de la justicia social.
Si la justicia debiera limitar el
ejercicio de nuestra libertad, ¿qué detiene a un padre o una madre a
actuar de forma deliberada por el hecho de no haber encontrado justicia
por un caso en particular?
La ley, si bien no es lo mismo que
justicia, es la norma que regula las relaciones entre los integrantes de
una sociedad. ¿Qué está sucediendo en la formación de los estudiantes
de Derecho para que apliquen la ley de una manera tan irracional contra
los más vulnerables?
No es bueno hacer generalizaciones, pero
lamentablemente asistimos, día a día, a casos que reflejan una crisis
institucional por parte del Poder Judicial.
Los futuros hombres y mujeres del Derecho
cumplen un rol trascendental en la consolidación del sistema
democrático y la justicia social, pero realmente, ¿cuántos de ellos han
logrado tomar conciencia de su relevancia en nuestra sociedad? Sin
justicia, caemos en el libre albedrío, que nos puede llevar hacia la
anarquía; recae en ellos el deber de aplicar la ley con imparcialidad y
acercar al ciudadano a la justicia.
Sin duda, la justicia social no tendrá el
mismo significado para el comunista y el socialdemócrata. Pero la
historia nos ha enseñado que la socialdemocracia nos ha acercado más a
este ideal. El comunismo y los totalitarismos jamás podrán acercarnos a
la justicia social, porque bajo aquellas el hombre y la mujer pierden su
libertad. Por ello, es importante que trabajemos en la formación de una
conciencia social por parte del alumnado universitario, que será a
favor de la democracia y del país.
Artículo publicado en el Diario El Peruano el 17 de octubre de 2014
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